Comentario
Cuando llegó el turno de reparar el pasillo, mi esposa y yo estuvimos atormentados durante mucho tiempo con dudas sobre qué poner en el suelo. El linóleo se cayó de inmediato, ya que el apartamento tiene un diseño muy peculiar y habrá muchos restos, no sería económico. En la tienda, los consultores nos aconsejaron comprar un laminado de clase 33, como uno más duradero. Nos detuvimos, elegimos la compañía Tarket, que costó unos 690 rublos.
De los profesionales, puedo notar que hubo muy pocos desechos, solo 2 piezas fueron descartadas como desperdicios, pero estos son pequeños. Su colocación es muy simple, todo es fácil. Se ve hermoso, fácil de cuidar.
Para mí, durante la operación, revelé solo 1 menos, es imprescindible garantizar que la habitación esté seca. Hubo un incidente desagradable, después del cual el laminado se hinchó en un lugar, aunque cuando estaba acostado, cubrí todas las costuras con sellador de silicona.