Ya ha pasado el tiempo en que solo había dos tipos de radiadores de calefacción: hierro fundido, para agua y acero, para calefacción de vapor. Hoy, nuestra construcción ha alcanzado tales alturas, en el sentido literal y figurado, que para calentar un edificio de gran altura, la presión en el sistema de calefacción debe ser de más de 30 atmósferas. Para trabajar en tales condiciones, se han desarrollado nuevos radiadores de calentamiento bimetálicos.
El nombre ya sugiere la presencia en el diseño de agregados de dos metales. Dentro de la estructura, pasan tuberías de acero especialmente mecanizadas, y las tuberías, o aletas de liberación de calor, están hechas de aluminio. Las tuberías de acero mantienen una alta presión y, gracias a su buena conductividad térmica, el aluminio permite aumentar la transferencia de calor y reducir significativamente el peso de la estructura. Y los pétalos de aluminio le dan al diseño un aspecto presentable.
A juzgar por las revisiones, los radiadores de calefacción bimetálicos han ocupado una celda decente en el campo de la organización moderna de los sistemas de calefacción.
Las ventajas de los radiadores bimetálicos incluyen:
- diseño moderno
- facilidad de instalación;
- alta resistencia
- excelente disipación de calor;
- peso ligero
- Presión de trabajo sobre 50 atmósferas.